miércoles, 10 de junio de 2009

SILENCIO Y ABANDONO


La escuela "Víctor Chavarría", que soportó el terremoto de 1917, se conservó en buenas condiciones hasta que fue seriamente dañada por el sismo del 4 de febrero de 1976. Hubo que desalojarla, quedando desde entonces silenciosa y abandonada; sus áreas de recreo y largos corredores se cubrieron de maleza y las inclemencias del tiempo contribuyeron a su deterioro.


SENCILLA PETICIÓN


Los alumnos tuvieron que acogerse, para estudiar, en unas miserables galeras, soportando incomodidades y las inclemencias del tiempo.


Un día el director de la escuela, profesor Juan Peláez, mostró al ingeniero José Antonio López Casado la tremenda y dura realidad, plagada de problemas y de inadecuadas situaciones del medio antipedagógico en que se desenvolvían los alumnos, solicitándole un poco de cemento para recubrir el patio de la pseudo-escuela. El ingeniero López accedió de inmediato y a la vez se propuso multiplicar una sencilla petición en la hermosa realidad que hoy todos admiramos.


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Foto: el profesor Juan de Dios Peláez Cuesta (a la izquierda de la fotografía) acompañando a un grupo de alumnos en una jornada deportiva realizada en el campito Minerva. A la derecha se encuentra el profesor Rolando Chocooj.

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