Muchos tenemos la costumbre de pensar cómo eran aquellos de antes, cómo vestían, cómo hablaban o cómo pensaban. Ver al maestro Víctor Chavarría caminar por los corredores de la nueva escuela era, sin lugar a dudas, todo un acontecimiento. Lamentablemente en aquel tiempo no se tenían las facilidades de una cámara de video y no cualquiera poseía una cámara fotográfica; pero, el maravilloso papel que guarda como fiel centinela las letras que en él dejan impregnadas los poetas ,nos permite conocer el producto de la inspiración del maestro.
Quizá en la tarde lluviosa, o en la noche fría iluminada por luciérnagas, el 3 de enero de 1921, el maestro sintió un gran orgullo por su musa, tomó la pluma y se inspiró así:
A MI HIJA LEONOR
He cruzado el mundo en mi existencia
he querido amoldar a la conciencia
mis acciones, mi amor y mi amistad
he luchado en la vida con la suerte
y no temo hija mía que la muerte
destruya mi trabajo sin piedad.-
Yo puedo alzar la frente en mi camino
hice bien por doquiera que el destino
mis pasos en la vida encaminó;
perdoné todo el mal que me causaron
y si vi muchos ojos que lloraron,
enjugué cuanta lágrima rodó.
No me halagó jamás la vil riqueza
aunque la pródiga naturaleza
me brindó con su luz providencial...
desprecié la riqueza tentadora
que me ofreció el mundo que la adora
porque apaga la luz de la moral.
Mi honradez, es la herencia que te dejo
sea mi vida para tí un espejo
que veas sin cesar y por doquier
a millones, honores y la holgura,
he preferido una conciencia pura
la riqueza mejor de poseer.
Están en este libro, hija querida
las páginas más tristes de mi vida
y las gloriosas páginas, están
y tú puedes leerlas, recordando
que pasé la vida siempre luchando
por difundir la luz, ganando el pan.
Es la gloria que más me satisface
la sombra algo he destruido y cuando pase
ante el Augusto Tribunal de Dios,
le diré: "Señor, por vos ye he esparcido
la Luz que desde el cielo ha descendido
para acercar los hombres hacia vos".
El ignorante al animal semeja;
mas el hombre inteligente, refleja
Luz brotada de la Divinidad;
es brillante la luz de su mirada,
resplandece la mente despejada,
predomina en sus hechos la bondad.
Del fango abyecto levantar al hombre
es hija caridad y no te asombre,
que tu padre se llene el corazón
por haber trabajado con constancia
en destruir de este mundo la ignorancia
dando a muchos el pan de la instrucción.
No he buscado la fama ni la gloria
ni quiero que del mundo en la memoria
mi nombre quede al yo desaparecer
el dulce anhelo del deber cumplido
quiero llevar grabado y esculpido
en el fondo de mi alma al parecer.
Y tú hija mía al recorrer la vida
el mal que te hagan en la tierra olvida
y practica doquiera la virtud!
piensa en tu padre que te quiere tanto,
sufre paciente el mundanal quebranto,
cree de Dios su justicia y rectitud.
El crisol purifica los metales;
como el padecimiento a los mortales;
si quieres merecer debes sufrir,
la vida del espíritu perdura,
y no importa un momeonto de amargura
para la dicha eterna conseguir.
La vida terrenal es un momento
en el amplio reloj del firmamento
la tierra, grano es de arena sutil
en las playas del mar del infinito
por eso hija querida yo te invito
a despreciar cuanto en la tierra es vil.
Son viles, el orgullo, el egoísmo,
la torpe liviandad, el fanatismo
celos, odio, rencor, ociocidad
murmuración, pereza, tiranía,
lujo, esplendor, dobles y falsedad.
En tu conciencia encontrarás escrito,
el código por Dios mismo prescrito
desde el primer instante de la creación
consulta, ese código divino,
y encontrarás doquiera en tu camino
consuelo, esperanza y bendición.
Son hija de tu padre los deseos,
su experiencia adquirida en los torneos
del mundo y de la vida material,
en estas páginas te queda impresa
y ojalá que se grabe con fijeza
en tu conciencia pura y virginal.
CHIYUB ENERO 3 DE 1921.-
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