jueves, 17 de febrero de 2011

ASÍ COMO EL ABUELO
















¡Muchacho por Dios, pero qué enorme privilegio!

Así se expresarían algunos al ver a este dedicado patojo que realiza sus ejercicios apoyado en una mesa que muy probablemente haya utilizado su abuelito hace ya muchas décadas. Y es que, ante la carencia de mobiliario y el deterioro de muchos escritorios con los que aún se cuenta, los maestros se han visto obligados a buscar entre las antigüedades de la escuela algunas piezas que puedan ser utilizadas por los niños.
Bueno, en este país podríamos considerar muy afortunados a estos pequeños si vemos a otros que deben recibir sus clases bajo la sombra de un par de láminas agujereadas, sentados sobre blocks y apoyando sus cuadernos sobre sus rodillas.

Hacemos la aclaración que esta pieza digna de un museo no es para uso exclusivo del niño que aparece en la imagen, ya que, como es tiempo de SOLIDARIDAD, cada día cambia de usuario.

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